Gracias a los golpes de mi madre.



Se que no soy el único a quien le hace eco la frase "Los padres no saben ya como criar a los muchachos hoy en día." cuando vemos que un carajito se pone rebelde, se escapa de la casa para Santiago, hace una locura por un regalo del día de Reyes, etc. en pocas palabras hacen lo que quieran. Existen tantos hechos "veraces" en nuestro país a los cuales le podemos echar la culpa de el mal camino que lleva la juventud que se podría hacer un post muy extenso pero ajeno a ese tema no me place hablar sobre algo tan general y actual, hoy quiero hablar sobre mi juventud, mi crianza y como un par de "pelas y boches" que para mi en ese entonces fueron innecesarias hoy miro a mi madre y le digo "Gracias por sus pelas, te amo mami". (No se lo digo tan literal, mas bien con un poco de ironía)

Mi madre desde que la conozco siempre ha sido una mujer recta/divertida pero un tanto quisquillosa cuando quiere que haga algo, con el tiempo aprendí a mirarla como si de una Emperatriz se tratara. Cuando mas pequeño la veía con mucho temor ya que a punta de boches y correasos no era una buena manera de ganarse mi confianza, aunque de esa forma tan primitiva y del 65 aprendí cosas que se me hubieran sido muy difícil aprenderlas de otra forma. Por ejemplo:

  • Aprendí a decir donde iba a ir antes de salir: Era normal que después del colegio fuera a casa de un amigo a viciar Super Nintendo *(Aun teniendo el Znes instalado en mi pc.) el problema acá era que me quedaba hasta muy tarde, comía y cenaba allá sin que mis familiares supieran donde andaba metido, todo esto se me quito después de que mi madre me dijera con "palabras" y una buena pela lo muy preocupada que se la pasaba, mencionaba siempre ese llamado "Martirio" al que no estaba acostumbrado y el cual yo ni conocía pero del cual ellas si sabia bien.


  • Aprendí a no decir toda la verdad sobre una derrota a los que esperan algo de ti: En el colegio era común de que llegando los exámenes de fin de semestre dieran los famosos "Pruebines sorpresas" de las materias básicas para completar las notas, hubo una vez en 6to que me fue fatal: 40 Lengua y Sociales, 50 Matemáticas y Naturales. Llegue con cara de desaprobación a casa a esos de las 12 del medio día, hacia calor y ella cocinaba, fijando su mirada en mi me pregunto que me pasaba, con un gesto de "No ombe" le pase los exámenes y le hable sobre que me había ido mal, que esos profesores estaban locos dando cosas que no habían dado así por así, lo que en realidad la encendió no fue nada de lo anterior sino fue el haber dicho "Pero no se preocupe, esa nota no es nada". No describiré la escena, solo se que esa fue la primera vez que involucro un palo de escoba como arma en contra mía. Diría que aprendí a esquivar a lo Monje Shao Lin pero el dolor en las costillas al otro día me confirmaron lo contrario.


  • Aprendí a comer de todo: Era muy mañoso de pequeño, pero todo se curo a punta de boches mas la convencedora cita "Tu que tienes para comer y no comes, yo quisiera que tu un día pasaras lo que pasan esos niños que no tienen nada para ver si echas cabeza". Fue algo que me traumo de por vida, a tal punto de que tengo la mala costumbre de no dejar sobras en el plato, ni un grano de arroz, ni un pedazo de plátano, nada, absolutamente nada por lo que siempre me preguntan: "¿te quedaste con hambre?".


  • Aprendí de que una madre es capaz de todo: Cuando digo de todo, es todo. Desde sacrificarse por el bien de su hijo o su familia hasta llevar a un General a la casa para amenazarte por si vuelves a levantar la mano contra ella. (Esto es un poco exagerado del punto de vista de ella, pero si paso, no asi pero si.)


  • Aprendí de que nunca tendré la razón contra ella: Ella domina todo mi mundo y aunque no este en la casa ella esta mirando lo que hago desde los cielos, Por mas que busque pruebas y presente lo que en realidad paso no ganare, si de creer en algún dios... mi madre seria mi verdadero Dios todo poderoso.


  • Aprendí de que la primera impresión es lo que cuenta: Aunque cambie, me laven el cerebro, me caiga de cabeza y se me cree un trastorno de personalidad múltiple y ninguna se parezca al yo de antes siempre seré la misma persona para ella, es así como que si fuera incapaz de cambiar.


Aunque todas las cosas "aprendidas" suenen como el proceso de creación de diferentes traumas que pasaron de niño a adolescente y que repercuten ahora de "adulto" son cosas que tuve que vivir para tener una relación como la que tengo actualmente con mi madre, basada en la confianza aunque tenemos uno que otros choque, sin rencores y un amor de hacer todo por el bien y la unión de nuestra familia.

Aunque yo eche cabeza a base de golpe y boche, no estoy de acuerdo con que se le de su cocotazo a los carajitos que jodan pero por lo que se poniéndome de ejemplo tanto a mi como a antiguos compañeros del barrio, del colegio y de la universidad que también eran sonados con ramilletes, palos, correas, chancletas samurais y galletas a manos peladas, todo fue, en su momento, por nuestro bien.

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